Oración de las Familias Educadoras en el Hogar – Por Nuestra Familia

NUESTRA FAMILIA

“En tu descendencia serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste mi voz.” (Génesis 22:18)

“Construyan casas, y habítenlas; planten huertos y coman de sus frutos. Cásense, y tengan hijos e hijas; den mujeres a sus hijos, y maridos a sus hijas, para que tengan hijos e hijas; y multiplíquense allá. ¡No se reduzcan en número! Procuren la paz de la ciudad a la que permití que fueran llevados. Rueguen al Señor por ella, porque si ella tiene paz, también tendrán paz ustedes.” (Jeremías 29:5-7)

Oramos por intervención y protección divina para nosotros, nuestra familia y nuestra descendencia, y oramos por la guía y el favor de Dios en nuestra misión de enseñar a nuestros hijos y descendientes que se mantengan en el camino del Señor haciendo lo que es recto y justo. (Génesis 18:19)

Oramos que cada uno de nosotros mengüemos para que Cristo crezca en nosotros.

Oramos que el carácter de Jesucristo sea formado en cada uno de nosotros y lo reflejemos al prójimo para gloria y honra de nuestro Padre celestial.

Padre nuestro, oramos por tu guía para tener relaciones sólidas y saludables unos con otros.

“Por tanto –como escogidos de Dios, santos y amados– vístanse de profunda compasión (entrañable misericordia), de benignidad (bondad), de humildad, de mansedumbre y de paciencia; soportándose los unos a los otros y perdonándose los unos a los otros, cuando alguien tenga queja del otro. De la manera que el Señor los perdonó, así también háganlo ustedes. Pero sobre todas estas cosas, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto”. (Colosenses 3:12-14)

Oramos que el principio gobernante de toda la interacción familiar sea un amor entregado, justo y Bíblico, ejercido a través del poder del Espíritu Santo, por encima del desempeño, actitud o circunstancias, y que este amor se exprese al poner las necesidades de los otros miembros de la familia antes que las propias. (Juan 15:17-22; Juan 13:35; 1Corintios 13; Colosenses 3:14; Filipenses 2:1-4)

Padre, ayúdanos a que nuestras conversaciones sean siempre con gracia, amenas, cordiales, agradables e inteligentes, sazonadas como con sal, y que sepamos cómo debemos responder a cada uno. (Colosenses 4:6)

“Y ahora que por la obediencia a la verdad, que es Cristo, y mediante la acción del Espíritu Santo, han purificado sus almas, sean llenos de un amor sin hipocresía, tengan ágape ferviente, ámense unos a otros entrañablemente, con absoluta pureza de corazón; pues han nacido de nuevo, no de simiente corruptible sino de incorruptible, por medio de la palabra de Elohim que vive y permanece.” (1Pedro 1:22-23 CST, VIN2011, OJB)

FORMAR FAMILIAS PARA DIOS

“Dame entendimiento para guardar tu enseñanza; ¡quiero obedecerla de todo corazón!” (Salmo 119:34 DHH)

ORACIÓN POR LOS MATRIMONIOS

Oramos que los matrimonios comprendamos que mediante la oración matrimonial en acuerdo y con Cristo, la Roca de nuestra salvación en medio de nosotros tenemos acceso a la tremenda promesa divina de alcances ilimitados (Deuteronomio 32:30) de que la Roca cuida de nosotros y nos entrega la victoria sobre los diez miles.

Te rogamos Padre nuestro que los matrimonios se mantengan consagrados y fieles a ti SEÑOR, rebosantes de tu amor, que vivan en santidad y en fidelidad mutua, dedicados, firmes, puros, sin mancilla, para gloria de tu santo Nombre y que sean modelos para las generaciones. Que formen familias conforme a tu diseño, que se fundamenten bajo los principios del Reino. Aumenta su conocimiento, destreza y habilidad para proveer, alimentar, nutrir, proteger, cuidar y dirigir a su familia.

Dios y Padre, libra a los matrimonios de las tentaciones, de la insensatez, de las obras de la carne y de todo mal.

Te pedimos amado Dios, que el Espíritu Santo fructifique la templanza y el dominio propio en los matrimonios, con sobriedad, continencia, prudencia y autodisciplina.

ORACIÓN POR LOS MARIDOS

Oramos que cada esposo sabe amar a Dios, a su esposa y a sus hijos. Que cada varón sea ese padre y esposo apto que sabe amar y puede manifestar ese amor todos los días, de tal manera que le traiga mayor bien a su familia dirigiendo su casa a buenos pastos a lo largo de sus vidas.

Amado Padre, te pedimos que a cada esposo le concedas toda Tu gracia para vivir sabiamente con su esposa otorgándole el honor que le corresponde como coheredera de la gracia y como vaso más frágil, para que cuando él te busque, sus oraciones sean sin estorbo alguno; que cada marido avance a la perfección, creciendo en tu obra siempre. Concédele a cada esposo la mayor de las victorias y que el enemigo tenga una gran pérdida.

Te rogamos amado Padre que obres en cada marido para que ame a su esposa tal y como Cristo ama a la Iglesia; que este amor comience con el esfuerzo deliberado y constante de entenderla, comprenderla y honrarla. ¡Que así sea! (Efesios 5:25)

Oramos que los maridos:

  • Sean varones sabios, devotos a Dios, llenos de gracia, fortalecidos en el Señor, revestidos de la armadura de Dios, edificadores, virtuosos, ejemplares y extraordinarios. (Efesios 6:10-20)
  • Se mantengan alerta, velen, estén firmes en la fe, se porten varonilmente y esforzados, sean modelo de fortaleza. (1Corintios 16:13)
  • Sometan la voluntad de su carne y aprendan a ser amos sabios en lugar de esclavos irreflexivos de sus pasiones; tengan dominio sobre sí mismos y, a través de ese dominio, traer el mayor bien a aquellos bajo su cuidado.
  • Hagan todo lo que hagan con amor. (1Corintios 16:14)
  • Se preparen lo más que puedan, porque todo lo que aprendan y sepan hacer es instrumento en las manos de Dios para levantar generaciones piadosas y de carácter para Su gloria.
  • Edifiquen su casa, lo cual incluye el bienestar de su esposa y la crianza de sus hijos.
  • Aumenten su conocimiento, destreza y habilidad para alimentar, nutrir y cuidar a su familia.

ORACIÓN POR LAS ESPOSAS

Padre nuestro, a cada esposa concédele tu sabiduría abundantemente para que edifique su casa, su hogar, que aplique sabiduría en cada una de sus actitudes y que aplique los principios de tu Palabra en su vida diaria y en la convivencia con su familia y seres amados.

Amado Padre, que con tu amor y tu gracia cada esposa se mantenga edificando continuamente, que resista y descarte toda tentación para destruir o deshacer tu obra en su matrimonio y familia, líbrala de la insensatez. Que su confianza sea puesta en Ti amado Dios.

Oramos que las esposas:

ORACIÓN POR LOS PADRES

“Los hijos son una herencia del Señor, los frutos del vientre son una recompensa” (Salmos 127:3)

“Puesto que me has obedecido, todas las naciones del mundo serán bendecidas por medio de tu descendencia.” (Génesis 22:18)

Padre nuestro, te rogamos que enciendas en nosotros los Padres de Familia un celo santo por Ti y por nuestra descendencia, que con denuedo levantemos nuestra descendencia para Ti Dios Santo; trae revelación y convencimiento a tu pueblo de no compartir nuestra paternidad con “Faraón” ni con “el César”, de no compartir la herencia y recompensa que nos has dotado, pues lo Tuyo es Tuyo y es para Ti.

Te rogamos fervientemente Padre nuestro que los Padres de Familia seamos llenos de tu gracia y sabiduría para instruir a nuestros hijos acerca de la santidad, pureza y virtud, y aseguremos la comprensión de las dimensiones espirituales y las enseñanzas bíblicas acerca de Tu voluntad en cada aspecto de la vida de nuestros hijos.

Oramos que los Padres de Familia sometamos la voluntad de nuestra carne y aprendamos a ser amos sabios en lugar de esclavos irreflexivos de nuestras pasiones; tener dominio sobre nosotros mismos y, a través de ese dominio, traer el mayor bien a aquellos bajo nuestro cuidado.

Oramos que los Padres de Familia, enseñemos a nuestros hijos en amor y por amor con el ejemplo santo:

  • La victoria sobre las tentaciones y las obras de la carne.
  • La vigilancia de los sentidos y el dominio propio sobre lo que ven, lo que imaginan, piensan, dicen, y lo que hacen, evitando las ocasiones de caer en pecado.
  • En la templanza y dominio propio de las pasiones, pensamientos, emociones, acciones, voluntad y decisiones, incluyendo el hablar.

Oramos que los Padres de Familia cumplamos la meta de la paternidad Cristiana presentando a nuestros hijos ante el Señor responsables y espiritualmente maduros al tiempo que alcancen su plena madurez física. (Lucas 2:41-42; 1Corintios 13:11-13)

Oramos que instruyamos a los hijos como dice la Escritura: “Enseñarán a Mi pueblo a discernir entre lo sagrado y lo profano, y harán que ellos sepan distinguir entre lo inmundo y lo limpio”. (Ezequiel 44:23)

Oramos por amor y sabiduría manifiestos en cada padre y madre de familia, para que les demos destino a nuestros hijos al instruirlos, corregirlos y guiarlos desde pequeños.

Oramos que los padres reflejemos la rectitud, justicia, misericordia, gracia y amor de Dios en la disciplina, entrenamiento y cuidado de los hijos menores. (Proverbios 22:6; Proverbios 29:15; 1Samuel 3:13; Salmo 78:1-8; 2Timoteo 1:5; 2Timoteo 3:15; 2Corintios 12:14; Efesios 6:1-4)

Oramos que criemos y discipulemos eficazmente a nuestros hijos en amor y disciplina, y seamos librados de toda negligencia arbitraria así como de toda severidad indebida.

Oramos que los Padres de Familia ejerzamos el derecho y la responsabilidad que Dios nos otorga de hacer cumplir la obediencia piadosa a través de la disciplina; y mediante el entrenamiento en la obediencia piadosa establecer el fundamento del autogobierno personal y del gobierno de Dios como Autoridad Suprema. (Deuteronomio 5:16; 2Samuel 7:14, Proverbios 3:11-12; Proverbios 13:24; Proverbios 22:15; Proverbios 23:13; Proverbios 29:15)

Oramos que como padres cumplamos con el deber delante de Dios de instruir a nuestros hijos en virtudes, en todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, todo lo que sea excelente o merezca elogio. (Filipenses 4:8)

Oramos que como padres dejemos de ser permisivos, sino amorosos, justos y piadosos.

Oramos que nuestras enseñanzas y amonestaciones a nuestra familia triunfen, haciéndolas respetar por el poder e influencia de un ejemplo santo.

Oramos que como padres nos demostremos amor pleno, respeto, fidelidad y honor, y seamos ejemplo a los hijos.

Oramos que ciertamente pasemos tiempo con nuestros hijos y nos sentemos a comer juntos a la mesa.

Oramos que los padres comprendamos a nuestros hijos y disfrutemos de su compañía.

Oramos que los padres expresemos plenamente nuestro cariño y amor para con nuestros hijos.

Oramos que los padres oremos y rindamos culto juntos por la fe, con un mismo pensamiento y un mismo sentir, levantando los altares familiares a Dios nuestra Autoridad Suprema.

Oramos que ciertamente enseñemos la fidelidad a Dios a nuestra descendencia, y que Su consejo sabio permanezca en nosotros de generación en generación.

Oramos que como padres seamos fieles en la mayordomía y gobierno de nuestra familia.

Oramos que como Padres de Familia los hijos de Dios comprendamos que somos los representantes y embajadores de Cristo aquí en la Tierra para discipular e instruir a nuestros hijos para Dios, tomando muy en cuenta el día del juicio.

Oramos que nuestros hijos atestigüen, vean y escuchen que nosotros sus padres atesoramos a Jesús sobre todas las cosas. Que ésta sea la realidad en nuestras vidas.

Oramos que nuestros hijos establezcan relaciones permanentes con Cristo.

Oramos que nuestros hijos formen familias conforme al diseño de Dios, que se fundamentan bajo los principios del Reino.

Oramos por madurez espiritual, para honrar y glorificar a Dios en todo, que seamos reverentes a Dios, que seamos herramienta en manos de Dios, y cumplamos la Gran Comisión en tiempo y forma.

NUESTROS HIJOS Y DESCENDENCIA

Oramos por cada uno de nuestros hijos y descendientes y su futuro. Oramos por sabiduría para educarlos para amar y seguir a Dios.

“Todos tus hijos serán enseñados por YAHWEH; tus hijos tendrán Shalom Rav [paz completa].” (Isaías 54:13 KDSH)

ORACIÓN GENERAL POR NUESTROS HIJOS

Padre nuestro, Dios Altísimo, Dios Eterno, a ti pedimos:

  1. Que nos ayudes a que nosotros los padres no exasperemos ni provoquemos a ira a nuestros hijos, para que no se desanimen; sino que los criemos en la disciplina e instrucción que proviene del Señor. (Colosenses 3:21; Efesios 6:4)
  2. Que nuestros hijos cumplan tu propósito de ser virtuosos, que se aparten del camino descendente, que no busquen enredarse en artimañas, complicaciones, perversiones o problemas. (Eclesiastés 7:29)
  3. Que nuestros hijos se mantengan en pureza y santidad.
  4. Que nuestros hijos crezcan como Jesús, en sabiduría, en estatura y gracia para con Dios y los hombres. (Lucas 2:52)
  5. Que nuestros hijos nos honren a su padre y a su madre, para que les vaya bien y tengan larga vida sobre la tierra. (Éxodo 20:12; Efesios 6:2-3)
  6. Que nuestros hijos te amen a ti Dios y aborrezcan el pecado. (Salmos 97:10)
  7. Que nuestros hijos se sometan completamente a ti Dios y resistan al diablo. (Santiago 4:7)
  8. Que con diligencia nuestros hijos se presenten aprobados ante ti Señor, que no tengan nada de qué avergonzarse, que usen bien la palabra de verdad y eviten las palabrerías vanas y profanas. (2Timoteo 2:15)
  9. Que nuestros hijos sean dirigidos a buenas compañías y buenas amistades, y sean protegidos de las malas compañías. (Proverbios 1:10-15; Salmos 71:4-6; Daniel 2:17-19,49)
  10. Que les des a nuestros hijos Espíritu de excelencia y sean responsables con todas sus relaciones. (Daniel 6:3)
  11. Que todo lo que hagan o digan nuestros hijos, lo hagan como representantes del Señor Jesús y den gracias a Dios Padre por medio de Él. Y todo lo que hagan, lo hagan de corazón, como para el Señor y no como para la gente, porque ya sabemos que el Señor nos dará la herencia como recompensa, pues nosotros servimos a Cristo el Señor. (Colosenses 3:17,23-24)
  12. Que sean guardadas las mentes de nuestros hijos de toda clase de enseñanza, doctrina y filosofía que intente apartarlos del conocimiento de Dios, impartida por cualquier medio, ya sea de maestros, contenidos educativos, medios de comunicación e internet.
  13. Que el Espíritu de Vida limpie toda la maldad que el enemigo esparce para robar la pureza, inocencia y santidad a través de los diferentes medios de comunicación.
  14. Que atraigas a nuestros hijos y les instruyas desde pequeños y ellos respondan, te busquen y te amen con devoción, haciendo lo recto a tu ojos oh Dios, y que tú Señor multipliques su paz. (2Crónicas 34:1-4; Isaías 54:13)
  15. Que tú Señor limpies los corazones de nuestros hijos y escribas tu ley en sus mentes y pongas tu Espíritu en ellos. (Ezequiel 36:25-29)
  16. Que tú oh Dios omnipotente protejas a nuestros hijos y a nuestra descendencia, que los guardes y libres del mal y del maligno, rodeándolos de tus brazos poderosos; protégelos de toda peste destructora; guarda su entrada y su salida desde ahora y para siempre. (Juan 17:15; Isaías 49:25, Salmos 91:3,11-12; Salmos 18:48; Isaías 55:11; 2Samuel 22:33; Salmos 121:8)

ORACIÓN POR NUESTROS HIJOS VARONES

Oramos que bajo la dirección de Dios y con la ayuda de Dios:

  • Sean varones sabios, devotos a Dios, llenos de gracia, fortalecidos en el Señor, revestidos de la armadura de Dios, edificadores, virtuosos, ejemplares y extraordinarios. (Efesios 6:10-20)
  • Se mantengan alerta, velen, estén firmes en la fe, se porten varonilmente y esforzados, sean modelo de fortaleza. (1Corintios 16:13)
  • Sometan la voluntad de su carne y aprendan a ser amos sabios en lugar de esclavos irreflexivos de sus pasiones; tengan dominio sobre sí mismos y, a través de ese dominio, traer el mayor bien a aquellos bajo su cuidado.
  • Hagan todo lo que hagan con amor. (1Corintios 16:14)
  • Se preparen lo más que puedan, porque todo lo que aprendan y sepan hacer es instrumento en las manos de Dios para levantar generaciones piadosas y de carácter para Su gloria.
  • Busquen y encuentren a su compañera de vida y ayuda idónea predestinada, cuyo carácter sea piadoso, centrado en Dios. (2Corintios 6:14-17)
  • Escojan a su compañera de vida según la idoneidad en su llamado. (Génesis 2:18,20-21; Proverbios 18:22; Proverbios 31:10-31; 1Corintios 7:28, 36)
  • Formen matrimonios consagrados, fieles, firmes, santos, puros y sin mancilla, rebosantes del amor de Dios.
  • Sean buenos esposos y padres. (Salmo 127:1, 3-5)
  • Formen familias conforme al diseño de Dios, que se fundamentan bajo los principios del Reino.
  • Edifiquen su casa, lo cual incluye el bienestar de su esposa y la crianza de sus hijos.
  • Aumentan su conocimiento, destreza y habilidad para alimentar, nutrir y cuidar a su familia.
  • Sean hombres que saben amar a Dios, a su esposa y a sus hijos. Que cada uno de nuestros hijos sea ese padre y esposo apto que sabe amar y puede manifestar ese amor todos los días, de tal manera que le traiga mayor bien a su familia dirigiendo su casa a buenos pastos a lo largo de sus vidas.

ORACIÓN POR NUESTRAS HIJAS

Oramos que bajo la dirección de Dios y con la ayuda de Dios:

 

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