“Vida y misericordia me concediste, y tu cuidado guardó mi espíritu. Me diste vida y me mostraste tu amor inagotable, y con tu cuidado preservaste mi vida”. (Job 10:12 RVA2015, NTV)
En el nombre de Jesucristo, somos aceptos en el Amado.
Oramos que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo nos den gracia y paz. (Efesios 1:2)
Damos gracias al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo. Desde antes de crear el mundo Dios nos eligió, por medio de Cristo, para que fuéramos sólo de Él y viviéramos sin pecado. De manera que alabamos a Dios por la abundante gracia que derramó sobre nosotros, los que pertenecemos a su Hijo amado. Dios es tan rico en gracia y bondad que compró nuestra libertad con la sangre de su Hijo y perdonó nuestros pecados. Él desbordó su bondad sobre nosotros junto con toda la sabiduría y el entendimiento. (Efesios 1:3-8)
Pedimos en oración que entendamos plenamente la ilimitada e incomparable grandeza del poder de Dios para nosotros, los que creemos en Él. Ese mismo gran poder que levantó a Cristo de los muertos y lo sentó en el lugar de honor, a la derecha de Dios, en los lugares celestiales. Ahora Cristo está muy por encima de todo, sean gobernantes o autoridades o poderes o dominios o cualquier otra cosa, no solo en este mundo sino también en el mundo que vendrá. (Efesios 1:19-21; 1 Pedro 3:22)
Oramos que el Señor nos bendiga y nos guarde; el Señor haga resplandecer Su rostro sobre cada uno de nosotros, y tenga de nosotros misericordia; el Señor alce sobre nosotros Su rostro, y nos dé paz. (Números 6:22-26; Salmo 67)
Oramos que el Señor nuestro Dios incline su oído al clamor de los que invocamos Su nombre. (Salmos 17:6; Salmos 31:2; Salmos 71:2; Salmos 86:1; Salmos 88:2; Salmos 102:2; Salmos 116:2; Daniel 9:18)
Dios nos bendice, para que le teman todos los términos de la tierra. (Salmo 67:7)
“…Reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.” (Romanos 5:17)
Oramos que Dios nos ponga en gracia y buena voluntad con las personas en nuestras vidas y estén predispuestas a bendecirnos y animarnos. (Daniel 1:9)
Oramos que nosotros y nuestras generaciones disfrutemos de cooperación extraordinaria, y sobreabundante buena voluntad en todas nuestras obras. (Daniel 1:9)
Oramos que Dios misericordioso haga resplandecer Su rostro sobre nosotros y nos llene de Su luz, y así las personas que han perdido su camino acudan a Él.
Oramos que Dios nos haga sal aun en los lugares insípidos y sosos donde Él ya no es conocido y adorado, y así muchos le conozcan y le adoren sólo a Él.
Que Dios nos haga como Su Hijo Jesús, para que el mundo se sienta atraído por Él y Él no sea rechazado por causa nuestra.
Damos gracias a Dios que caminamos en Su favor, alumbrando con la luz del evangelio las vidas de los demás y a medida que la gracia de Dios alcance a más y más personas, habrá abundante acción de gracias, y Dios recibirá más y más gloria. (2 Corintios 4:6,15)
Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos nosotros. (2 Corintios 13:14)
Que la gracia y la paz nos sea multiplicada en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesucristo. Dios en Su divino poder nos ha concedido todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad por medio del conocimiento de aquel que nos llamó por su propia gloria y excelencia. (2 Pedro 1:2-3)
Por encima de todo, Dios es soberano sobre el número de nuestros días. Confiamos en Él como YAHWEH Rapha, nuestro sanador. Él nos mantendrá aquí hasta que nuestro trabajo aquí haya terminado. (Salmos 103:3; 1Pedro 2:24)
{ DESCARGA EL PDF DE LA: Guía de Oración e Intercesión por las Familias Educadoras en el Hogar y la Educación en el Hogar }
Incomparable Eternal 