Cómo educar en el hogar en tiempos de crisis

Dicen que si la vida te da limones hagas limonada; pero si añades ingredientes, variaciones de temperatura y tiempo puedes obtener una limonada con pepino, paletas de hielo sabor limón, pastel de limón, nieve de limón o carlota de limón. Es más, si mezclas con carbonato hasta te ayuda con la digestión; si añades agua caliente y miel obtienes un delicioso y nutritivo té de limón.

Si te preguntas cómo educar en el hogar en tiempos de crisis o enfermedad familiar, simple:

Te enfocas en ser una familia y ajustas la ruta, el paso, las tareas y las actividades. Es como cuando tienes que hacer cambios en tu itinerario de viaje por algún imprevisto.

Muchas de las familias que educamos en el hogar hemos atravesado por situaciones extraordinarias que necesitan atención inmediata, por lo tanto, hacemos ajustes y priorizamos. Sin embargo, los hijos siempre están aprendiendo, siendo partícipes de la vida familiar, apoyando en la medida de sus posibilidades, incluso aprendiendo de nuestro propio ejemplo: cómo enfrentar la vida, cómo priorizar, cómo gestionar el tiempo, cómo gestionar los recursos, etc.

Unas de las ventajas de hacernos cargo de la educación de nuestros propios hijos son la adaptabilidad y el aprovechamiento del tiempo según las necesidades de la familia. ¿Hay bebé nuevo en casa? ¿Papá fue enviado a casa a hacer “Home Office”? ¿Alguien se enfermó y necesita tiempo y atención? ¿Hay que mudarse de casa? ¿Papá tiene un día de asueto en el trabajo y podemos disfrutarlo juntos? ¿Hay un viaje de trabajo al cual podemos ir toda la familia?

Educar en el Hogar es parte de la vida familiar, es una extensión de la crianza; se adapta a las necesidades y dinámica de cada familia. Además, es una excelente estrategia educativa el formar y forjar hijos autodidactas y fomentar un espíritu enseñable.

No es sabio considerar que nos atrasamos. Los otros niños NUNCA son la medida para nuestra familia. ¿Mi hijo está haciendo lo mejor que puede dadas sus habilidades, limitaciones y potencial? Esa es la pauta por la que nos guiamos. Lo hermoso de la educación en el hogar es que cuando un discípulo tiene dificultades en algún momento, puede “ponerse al día” más adelante cuando la vida y su cerebro se realinean para permitir su éxito (entiéndase éxito en el contexto de estar dentro de la voluntad de Dios y hacer la voluntad de Dios).

Lo principal es mantener unida a la familia y demostrar amor, comprensión, misericordia y gracia durante la batalla. Estarán bien. Respira, ora y confía que Dios está en control, entrega a Él todas las preocupaciones. No hay “atrasados” en la educación en el hogar y menos si están formando autodidactas. Existe el “allí” donde está el niño ahora, y existe el donde razonablemente puede estar dada la situación.

Piensa en que esto que sucedió o que estás atravesando es para que aprendas a dejar de confiar en ti mismo(a) y confíes en Dios, quien es capaz de resucitar a los muertos. (2 Corintios 1:9)

Que la paz y las bendiciones de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo estén con ustedes.

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