Oración de las Familias Educadoras en el Hogar – Por las Organizaciones y Colaboradores

ORGANIZACIONES DE EDUCADORES EN EL HOGAR Y LOS SIERVOS QUE EN ELLAS COLABORAN

“Ahora, que el Dios de paz los haga santos en todos los aspectos, y que todo su espíritu, alma y cuerpo se mantenga sin culpa hasta que nuestro Señor Jesucristo vuelva. Dios hará que esto suceda, porque aquel que los llama es fiel.” (1Tesalonicenses 5:23-24)

“Amados hermanos, oren por nosotros.” (1Tesalonicenses 5:25)

Dios de paz, Dios fiel y verdadero, te damos gracias por los ministerios locales, estatales, nacionales e internacionales que has dispuesto para apoyar a los educadores en el hogar y la educación en el hogar conforme a Tu voluntad.

Jesús nos dice que cualquiera que dirija debe estar dispuesto a servir. Te pedimos Padre nuestro, que despiertes en tus siervos el deseo genuino de servirte, que puedan dejar de lado sus propias ambiciones y persigan agradarte y hacer Tu voluntad por el bien de tu pueblo. Te pedimos Padre nuestro que traigas obreros a la mies y te pedimos por aquellos que ya están sirviendo; que cada uno sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, compasivo de las necesidades de tu pueblo y apto para enseñar y gobernar; no adicto a bebidas embriagantes, psicotrópicos o enervantes, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro. Que cada uno gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad, pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de tus ovejas? Que no sea neófito ni inmaduro, que no priorice sus intereses personales sobre los Tuyos incidiendo en engaño y corrupción. También es necesario que cada uno tenga buen testimonio de la comunidad en general, para que no incurra en descrédito ni sea expuesto a extorsiones que lesionen su honorabilidad y función de servicio. Que tanto varones como mujeres a tu servicio sean honorables, dignos, templados, fieles, confiables, responsables, honestos, no calumniadores, respetables y veraces. (1Timoteo 3)

Oramos por el impacto de cada ministerio, que continúen firmes en la Palabra de Dios a partir de Génesis, y no vacilen, aun cuando la cultura se sumerja en crecientes profundidades de depravación y se vuelva más anticristiana cada día.

Dios nuestro Estandarte, YHWH-Nissi, oramos por las organizaciones de educadores en el hogar y aquellos que ocupan una posición honrosa y de gran confianza en la familia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad en cada ciudad y cada nación. Te rogamos por aquellos que aspiran a servirte y por aquellos que ya están trabajando arduamente para servir a nuestras familias y generaciones; que Tú seas su Estandarte, que te sigan obedientemente y al mismo tiempo se den cuenta de que la batalla es Tuya. Guárdalos irreprensibles y santos en todos los aspectos, recuérdales que eres Tú quien los ha llamado y que Tú eres fiel y verdadero y cumples tu palabra y harás que suceda. Ayuda a los encargados, eminencias, centinelas, ministros, consiervos y demás hermanos a no dejarse vencer por todo lo que no pueden hacer y no pueden resolver. Fortalécelos para que sean fieles a ti y ayúdalos a confiar en ti con los resultados. (1Tesalonicenses 3:23-24)

Oramos por tus siervos que toman decisiones de peso y sus colaboradores, por los encargados, eminencias, centinelas, ministros, consiervos y demás hermanos; te rogamos que dirijan bien a sus propias familias y que sus hijos los respeten y obedezcan como escrito está. Amado Padre, tú prometes que cuando te pidamos sabiduría, la darás abundantemente y con agrado. Oramos para que tus siervos busquen con fe tu sabiduría para edificación de nuestros discípulos y familias. Oramos para que te sirvan con temor reverencial y temblor, buscando no agradar al hombre sino seguirte sólo a ti; dales dominio propio y mantenlos alerta, líbralos de ser utilitaristas, ayúdalos para que no caigan en la tentación de negociar con falsos aliados disfrazados de piedad; no permitas que caigan en la tentación de querernos vender como esclavos de ‘faraón’, o botín para el ‘César’. Padre Dios, te pedimos que alientes sus corazones con tu generoso amor para que puedan echar sus preocupaciones sobre ti y venir a trabajar listos y capaces de concentrarse porque confían en ti. (1Timoteo 3:4-5; Santiago 1:5-8; Salmos 2:10-11, 2Crónicas 7:14; 1Pedro 5:7-8)

Padre nuestro, te damos gracias porque nos otorgaste libertad para cumplir Tu mandato de trabajar con nuestros cuerpos y mentes, cultivar la tierra y maximizar sus bienes para nuestro bienestar, y nos has dado libertad para levantar nuestra descendencia para ti educando y discipulando a nuestros hijos conforme a Tu santa y sagrada voluntad, y por Tu propia autoridad y mandamiento nos proteges del mal. Gracias amado Padre porque nada puede deshacer Tu ley eterna que protege las bendiciones que has decretado sobre nosotros para que cumplamos Tu santa y perfecta voluntad; ninguna voluntad espiritual o humana, ni la voluntad de ninguna cosa creada, ningún contrato social, ningún déspota o tirano, ni parlamento humano puede deshacer Tu ley. ¡Terrible cosa es caer en las manos del Dios vivo! (Génesis 1:28; Mateo 28:18-20; Deuteronomio 5:16; Deuteronomio 6:7; Deuteronomio 11:19; Hebreos 10:31)

Recuérdales amado Dios, que los has llamado a servirte cuidando a tus ovejas, cuidando del rebaño que Tú les ha encomendado; que lo hagan con gusto, no de mala gana ni por el beneficio personal que puedan obtener de ello, sino porque están deseosos de servirte a ti Dios. (1Pedro 5:2)

Te pedimos que satisfagas sus necesidades de acuerdo con tus riquezas en gloria. Ayúdalos a percibir tu amor constante, a ver cada día tus nuevas misericordias, a estar satisfechos con el bien que les das y a ser renovados por tu amor redentor. (Filipenses 4:19; Salmos 103:2-5)

“Que Dios, quien da esa paciencia y ese ánimo, los ayude a vivir en plena armonía unos con otros, como corresponde a los seguidores de Cristo Jesús. Entonces todos ustedes podrán unirse en una sola voz para dar alabanza y gloria a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo.” (Romanos 15:5-6)

Señor, ante tantas divisiones y tantas opiniones sobre la educación de los niños, haznos personas generosas y amables. Ayúdanos a estar agradecidos y ser amables con tus siervos que han trabajado con humildad y esfuerzo desarrollando e implementando tus planes para el bien de nuestros hijos.

Con todo, nuestra confianza permanece en ti Padre, no en las personas, por lo que no esperamos que los seres humanos resuelvan todas las adversidades.

Sabemos Dios nuestro, que Tú haces que todas las cosas cooperen para el bien de quienes te amamos y somos llamados según tu propósito. Es por tu amor que podemos estar tan seguros de que cada detalle en nuestra vida obra para bien. Estamos absolutamente convencidos de que nada podrá jamás separarnos de tu amor, ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni las potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor. (Romanos 8:26-28, 38-39)

Te amamos Padre y te pedimos que resplandezcas tu rostro sobre nosotros, en el nombre de tu amado Hijo Jesús, Amén, Amén.

{ DESCARGA EL PDF DE LA: Guía de Oración e Intercesión por las Familias Educadoras en el Hogar y la Educación en el Hogar }

Oración por las Familias Educadoras en el Hogar

Leave a comment